Continuidad de las actividades en la aviación: garantizar las operaciones en caso de emergencia

Introducción

La industria de la aviación, con su vasta red y sus complejas operaciones, no es ajena a las situaciones de emergencia. Desde problemas técnicos menores hasta accidentes graves, la industria ha visto de todo. Aunque los planes de respuesta a emergencias son esenciales, hay otro aspecto que a menudo pasa desapercibido, pero que es igual de vital: el Plan de Continuidad de Negocio (PCN).

Comprender la continuidad de la actividad en la aviación

Un plan de continuidad de la actividad garantiza que las funciones esenciales de una organización sigan funcionando durante y después de una catástrofe. En el sector de la aviación, esto significa garantizar que las operaciones cotidianas, la gestión de la tripulación y los canales de comunicación sigan funcionando incluso en caso de emergencia.

¿Por qué se suele pasar por alto el PCN?

Los planes de respuesta a emergencias suelen ocupar un lugar central porque abordan preocupaciones inmediatas: salvar vidas, limitar los daños y garantizar la seguridad. Sin embargo, las secuelas de un incidente pueden ser igual de caóticas si no existe un plan para gestionar el impacto en las operaciones de la empresa. Ahí es donde entra en juego el plan de continuidad de las operaciones.

Elementos clave de un PCN sólido para la aviación

1. Gestión de las operaciones cotidianas: Incluso después de un incidente, puede ser necesario planificar vuelos, reservar billetes y mantener las operaciones. Un plan de continuidad de la actividad debe indicar cómo mantener estos procesos, aunque ello implique desviar vuelos o utilizar temporalmente sistemas de reserva.


2. Comunicación con la tripulación y los pilotos: En tiempos de crisis, la tripulación y los pilotos tienen muchas preguntas. Necesitan saber si van a seguir volando, si sus rutas han cambiado o si hay nuevos protocolos de seguridad. Una estrategia de comunicación clara garantiza que reciban información precisa y oportuna.


3. Comunicación con los empleados: Además de la tripulación y los pilotos, otros empleados también tendrán preocupaciones. Pueden preguntarse por la seguridad de sus compañeros, el estado de sus puestos de trabajo o la salud general de la empresa. Un plan de continuidad de la actividad debe incluir actualizaciones periódicas para todos los miembros de la plantilla.


4. Gestión de los medios de comunicación: Tras un incidente grave, los medios de comunicación inevitablemente centrarán la atención en la aerolínea. Los empleados se verán bombardeados con preguntas de periodistas, amigos y familiares. Un plan de continuidad de las operaciones debe proporcionar directrices sobre cómo responder a estas preguntas, garantizando que la empresa hable con una sola voz y que la desinformación se reduzca al mínimo.


5. Declaración clara de la política: Todos los empleados deben saber a quién dirigirse para obtener información oficial. Ya se trate de una línea telefónica especial, una página web o una cadena de mando, el PCN debe establecer claramente cómo se difundirá la información.

Ventajas de integrar el PCN con la respuesta de emergencia

Cuando el PCN se integra en el plan de respuesta a emergencias, las aerolíneas pueden:

• Minimizar las interrupciones operativas: con un plan establecido, las aerolíneas pueden adaptarse rápidamente a los cambios, garantizando que los pasajeros y la carga lleguen a su destino con el mínimo retraso.
• Mantener la confianza de las partes interesadas: Mediante una comunicación eficaz con empleados, tripulaciones, pilotos y medios de comunicación, las aerolíneas pueden mantener e incluso mejorar su reputación, incluso en tiempos difíciles.
• Garantizar la seguridad y la moral de los empleados: Cuando los empleados saben que existe un plan para proteger no solo su seguridad física, sino también su trabajo y su bienestar, la moral y la confianza en la organización aumentan.

Conclusión

Las emergencias son, por su propia naturaleza, imprevisibles. Pero el sector de la aviación puede prepararse para sus consecuencias. Integrando un plan de continuidad de negocio en la estrategia de respuesta a emergencias, las aerolíneas pueden asegurarse no sólo de responder eficazmente a las crisis, sino también de seguir operando sin problemas tras ellas. Recuerde que, si bien la reacción inmediata salva vidas, es el plan de continuidad el que salva el negocio. No deje que sea una ocurrencia tardía; conviértalo en parte integrante de su preparación para emergencias.

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